Por: Fabiola Ramírez Salas-Linares, columnista de Radiografía Informativa.
En una sociedad tan erotizada como la nuestra, donde todos los días nos bombardean con anuncios de índole sexual resulta un poco paradójico que mucha gente tenga el problema de bajo deseo sexual, sin embargo, si consideramos que uno de los principales “asesinos del deseo” es el estrés, ya no resulta tan sorprendente.
La pérdida del deseo sexual se caracteriza por la ausencia de fantasías, pensamientos o sentimientos relacionados con la excitación y con el deseo de tener una relación sexual. Ese concepto se incorporó en los 80’s, pero últimamente se agregó otro criterio: que esta condición produzca algún tipo de malestar en la persona (estrés, angustia o conflictos con su pareja). Porque el deseo sexual va cambiando en ciertas etapas de la vida, como en el embarazo, la lactancia o la vejez, y no necesariamente es un problema, a menos que así lo sienta el afectado.
Tanto hombres como mujeres pueden sentirse poco atraídos para tener relaciones sexuales. Parece que en las mujeres ocurre más frecuentemente que en los hombres, aunque los varones también pueden no sentirse dispuestos a acercarse sexualmente a su pareja. Cuando es considerado un problema por la persona afectada, sucede que muy poca gente lo reconoce y, menos aún, se atreven a consultar por esta situación. Además, no siempre saben con quién hacerlo, a veces lo conversan con su ginecólogo (las mujeres) o con el médico general, que muchas veces no tienen ni la experiencia ni el tiempo para abordar el problema adecuadamente, entonces generalmente no queda resuelto.
Sentirse atraído por las relaciones sexuales es para la gran mayoría de las parejas un factor importante de intimidad y acercamiento, por lo que el bajo deseo o atracción sexual podrían desatar reacciones quizá no muy favorables por parte del(a) compañero(a).
Aunque en realidad no es obligación ni “deber” estar dispuesto al sexo, ni es para muchos un factor relacionado con el afecto o amor por el cónyuge, aumentar la libido podría ayudar a la pareja a disfrutar más de su cercanía y tener una intimidad más placentera, y a evitar sentimientos poco gratos o tensiones tanto en uno mismo como en la pareja. Tener apetito sexual es en muchos casos cuestión de considerar la causa y tomar ciertas medidas, muchas de ellas sencillas y de efectivos resultados.
Algunas de las principales causas de la libido baja son:
Las pastillas anticonceptivas. ¿Por qué? cuando una mujer toma estrógenos en forma oral afecta la testosterona en su organismo y no trabaja en la forma adecuada. Sabemos que la testosterona es la hormona del deseo, de manera que el deseo de las mujeres puede disminuir.
El segundo bloqueador del deseo sexual es el estrés. Las personas estresadas no sólo se sienten demasiado ocupadas como para tener sexo, sino que también el estrés aumenta la cantidad de hormona cortisol en el organismo. Y un aumento del cortisol baja la producción de testosterona.
Además de estos dos que son los que más afectan la líbido, están: los problemas de pareja, autoestima baja, una imagen negativa del sexo o del propio cuerpo, enfermedades, historial de abusos, etc.
El problema de falta de deseo sexual se puede aliviar:
- Haciendo ejercicio: lo cual ayudara a que el cuerpo este bien nutrido y se sienta fuerte y saludable.
- Cambiar o mejorar tu dieta: es un factor fundamental, pues está comprobado que las personas que llevan una alimentación y rutina saludable tiene una libido mucha más elevada que quienes tienen una alimentación deficiente. Debes incluir vegetales frescos, pescado, aceites vegetales y frutas frescas, así como jengibre y complementos nutricionales que ayuden a mantener el vigor sexual.
- La maca o Ginseng es uno de los mejores estimulantes naturales para aumentar la libido. El Ginseng regula el equilibrio hormonal y aumenta el nivel de la testosterona, es muy buen afrodisíaco, ayudando a combatir trastornos eréctiles e impotencia. Es un vigorizante sexual muy efectivo en ambos sexos.
- Incluyendo en la dieta suficientes antioxidantes que mejorarán el aumento de energía. Los cítricos, el aguacate, las ciruelas, los arándanos, las almendras, el ajo, la cebolla, las nueces, etc. son algunos de los alimentos con mayor número de antioxidantes.
- Practicando técnicas de relajación, meditación, oración o lectura espiritual, actividades como yoga o tai chi, masajes y baños relajantes, pueden ayudarte a controlar tu estrés.
Si crees que tu problema no se resuelve con cambios en tu estilo de vida o un mejor manejo del estrés te sugiero que consultes un terapeuta o un médico especializado que te puede ayudar.
Muchas veces cuando un paciente llega a consulta con este problema, lo primero que le aconseja el médico es un chequeo para descartar enfermedades como diabetes, colesterol alto, hipertensión, anemia, entre otras. La función sexual es lo primero que se deprime en caso de necesidad fisiológica. Cuando el organismo necesita mejorarse de una enfermedad, lo primero que se suprime es la parte sexual.
Por ahora me despido, recuerden cuidar su salud y relajarse. Nos leemos la próxima vez.
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